La regla básica para aplicar en este -y en cualquier otro caso- es la utilización de los cubiertos desde el exterior hacia el interior. Es decir, los cubiertos más alejados del plato son los que primero se utilizan (obviando el caso de que el plato acompañe su propio cubierto; por ejemplo una pieza de marisco, que viene acompañado de su tenaza, un plato de caracoles que viene acompañado de su "ganchito", etcétera).
Pero además de tener en cuenta la regla básica dada anteriormente hay otras dos formas, totalmente correctas, de aprender a utilizar los cubiertos: la primera es observar como lo hacen el resto de los comensales; y como segunda opción está la de preguntar, algo a lo que no estamos acostumbrados porque pensamos que vamos a quedar como unos "tontos". Grave error, el que pregunta aprende. Es mejor preguntar que hacer el ridículo o pasarnos de listos.
Los cubiertos deben estar limpios y en buen estado. Hacemos este comentario porque en estas fechas y otras muy señaladas se suelen sacar esas cuberterías que no se utilizan durante todo el año y pueden estar algo sucias. O bien, como en el caso de las cuberterías de plata, pueden tener esas feas manchas oscuras. Hay que tener un poco de cuidado y repasarla bien antes colocarlas en la mesa.
El cuchillo y la cuchara se ponen a la derecha del plato y el tenedor a la izquierda. Siempre con el mango hacia abajo y el filo del cuchillo mirando al plato. En el caso de disponer de más cubiertos (los de pescado, por ejemplo), la disposición sigue las mismas reglas anteriores teniendo en cuenta el orden de servicio de los platos. Es decir, si hay un pescado antes de la carne, estos cubiertos deben estar más hacia el exterior que los cubiertos de la carne. Y lo mismo nos ocurre si tenemos más de una cuchara.
Si hay cubiertos "especiales", éstos se suelen situar siempre a la derecha del comensal (tal y como hemos nombrado anteriormente, unas pinzas para el marisco, un "ganchito" para los caracoles, etcétera).
Nota: La servilleta, además del lado derecho, también se puede colocar en el lado izquierdo -sitio muy poco habitual- o bien sobre el plato. Cada anfitrión puede elegir el lugar que considere más apropiado.