
La elección del tipo de mantel depende del estilo que se dará al servicio y de si los formatos grandes se reservan para ocasiones especiales
Imagen: JD HancockIREGUA te informa sobre los manteles clásicos, para cubrir la mesa conviven con los llamados individuales, que proporcionan un estilo diferente. Mientras los pequeños simplifican la tarea cotidiana de poner y recoger la mesa, los manteles grandes son los protagonistas cuando se trata de decorarla para una ocasión especial. En este artículo se señalan los principales usos de cada uno: los individuales en las comidas y cenas cotidianas y las ventajas decorativas de los manteles grandes. También se explica la posibilidad de crear manateles individuales de diseño, personalizados y artesanales.
El mantel fue creado para proteger la superficie de la mesa y decorar el área donde se sirven los alimentos.
Los de formato pequeño, llamados de forma coloquial " individuales", han desplazado a los clásicos grandes. Esto se debe a que son más sencillos de colocar y, sobre todo, de recoger y limpiar, por lo que se prefieren para las comidas de diario. De esta forma, se evita la tarea de lavar, planchar y eliminar las manchas de comida y grasa, que son tan frecuentes en los manteles grandes. Otra ventaja de los individuales es que se adaptan a todas las mesas y a la cantidad de comensales presentes.
Para colocar juntos manteles grandes e individuales , hay que tener cuidado de que sus materiales y estilos combinen entre sí
Para las ocasiones especiales, en cambio, el mantel grande clásico sigue teniendo prioridad, ya que representa una mayor elegancia y permite destacar más y mejor tanto la vajilla como los centros de mesa y otras piezas decorativas.
También existe la posibilidad de combinar ambos formatos, es decir, vestir la mesa con un mantel grande y luego colocar individuales en la ubicación de cada uno de los comensales. Sin embargo, no es fácil lograr buenos resultados con este tipo de uniones: para conseguirlo, se debe procurar que formen parte de un conjunto o bien que sus materiales, estampados y estilos combinen entre sí.
Imagen: NachoLos manteles grandes conservan su vigencia en el momento de disponer la mesa en un estilo formal, reuniones familiares o celebraciones como cumpleaños, Navidades, etc. En estos casos, la mesa vestida con un mantel o un conjunto de dos manteles superpuestos garantiza un aspecto de sobriedad y elegancia que contribuyen a lograr un ambiente adecuado.
Además, si bien los manteles grandes requieren más cuidados para su mantenimiento y limpieza, existe una oferta cada vez mayor de textiles que repelen las manchas y mantienen los colores vivos. Gracias a esto, usarlos a diario en la decoración de la mesa resulta menos trabajoso que antaño.
Incluso se puede recurrir a los clásicos manteles de plástico, mucho más asequibles. No resultan tan elegantes como los de tela, pero proporcionan protección a la mesa, son mucho más fáciles de limpiar y, además, en la actualidad se fabrican con diseños y estampados más variados y atractivos que los antiguos. Esto posibilita que se puedan emplear en la mesa de todos los días sin renunciar a la decoración del ambiente.